Saturday, April 16, 2011

LO NUEVO DE FOO FIGHTERS (MÁS)

Allá por el 2007 escribí un par de cosas del disco ECHOES, SILENCE, PATIENCE & GRACE de FOO FIGHTERS. Esta vez, movido por la lírica resingo-pesimista y los menopáusicos cambios de ritmo (pero no así de intensidad) del tema THESE DAYS, del nuevo WASTING LIGHT, que habré escuchado por lo menos 9 veces en lo que va de la última hora, me senté a escupir en el teclado lo que me generaba por el simple hecho de que puedo, quiero y necesito hacerlo.



Primero, el tema: THESE DAYS hace que me cosquilee el cráneo, que los pelos de la nuca se levanten, que putee por no saber YA la letra (y saberla a la tercera vez que lo escucho con atención) y que vuelva a casa corriendo a agarrar la guitarra e intentar hacer una versión casera para sentirla más aún más adentro (sin llegar a necesitar introducir nada en ningún lado). THESE DAYS es optimistamente deprimente, es un licor para el ego, es eso que no le ha pasado a nadie y que todos hemos vivido, es lo que decimos cuando los demás están bien y nosotros estamos mal. Y sabemos que estar mal es mejor que estar bien.
Segundo, el dico: WASTING LIGHT, al igual que ECHOES, SILENCE, PATIENCE & GRACE, no es para todos. Pero en otro sentido. Esta vez no es para todos porque a simple vista parece uno más; carece de la experimentación de su predecesor, o mejor dicho la desarrolla mucho más sutilmente; dentro de un compilado de canciones altamente comerciales y que llevan el característico sello de la banda uno descubre matices (sonoros o de estilo) que una vez más se tatúan en la cabeza. WHITE LIMO, por ejemplo, el primer corte del disco, es tan absurdamente NIRVANA en su época más BLEECH que hace recordar el momento en que descubrí el disco con los temas demo de Dave Grohl antes de formar Foo Fighters.



ROPE es una excelente descripción de la experimentación sonora que la banda subliminalmente ejecuta en todo el disco. DEAR ROSEMARY es una clásica balada FOO FIGHTERS, romanticona pero violenta al mismo tiempo, vista desde otro lado. Y BRIDGE BURNING (el primer tema) tiene todo lo que uno espera de esta banda, y más: un riff simple y pegadizo, una métrica llevadera, y a Dave Grohl desgarrándose la garganta con un grito que cualquiera de nosotros quisiera imitar, mezclando así su podredumbre rockera con la parte más accesible, más "pop", en un equilibrio que cualquier otro grupo envidiaría.



Una vez más, un disco que no es para todos. Porque cualquier oído desatento se va a quedar en el "uno más de Foo Fighters", mientras que se descubre en totalidad con tiempo, introduciéndose uno en los temas, y no metiendo los temas en uno de manera atolondrada.
Y al mismo tiempo, sí podemos decir que es "uno más" de Foo Fighters, sobre todo si tenemos en cuenta el "uno más" no usándolo de manera peyorativa, sino exacerbando lo desatacable de cada placa.

Hijodeputómetro: QUEHIJODEPUTA!